El Cazador Deportivo

El Cazador Deportivo
El Cazador Deportivo

La idea y conocimiento generalizada que se tiene sobre el cazador fue evolucionando, del aventurero, romántico y deportista, que arriesgaba su vida valientemente, enfrentando a un salvaje y sanguinario animal, confiado en su certera puntería, y a su destreza, con nervios de acero, al aprovechado y ambicioso exterminador de la preciosa vida animal, con fines exhibicionistas o de lucro, sin ningún tipo de consideración moral, ética o deportiva.

El concepto se ha establecido por la costumbre cómoda de generalizar que tiene el ser humano, calificando a todos por igual.

De seguir así, pronto el término abarcará también al matarife que sacrifica las reses con las cuales nos alimentamos diariamente.

Veamos a continuación cuáles son netamente las diferencias.

 

Cazador Deportivo

El cazador deportivo, es aquél que se enmarca en la ley, y cumple acabadamente con ella, de la siguiente manera:

  1. Posee licencia de caza.
  2. Caza en zonas habilitadas y con permiso escrito del ocupante legal del campo.
  3. Lleva consigo las tenencias de las armas que utiliza.
  4. Caza en época permitida, y no cuando rige la veda.
  5. Respeta la cantidad de piezas que le han autorizado obtener.
  6. Transita por caminos públicos con las armas enfundadas.
  7. Cumple con todas las disposiciones, como las de no cazar a menos de 300 metros del alambrado público.
  8. No dispara su arma de fuego, a menos de 1500 metros de una población.
  9. Puede terminar la cacería, incluso sin cobrar la presa, sea porque el trofeo simplemente no es bueno, o el animal es joven y aún no debe ser cazado por encontrarse en plenitud de su crecimiento, o de su vida reproductiva.
  10. Es deportista y caballero, porque caza renunciando a su supremacía total, sobre todos los animales, para ascender a niveles de poder material que hagan del enfrentamiento un hecho ético y deportivo.

 

Ética Del Cazador Deportivo

El cazador deportivo es sin duda alguna un conservacionista, protege la especie, porque la ama, y caza estrictamente su pieza, de noble manera, preocupado por su reproducción, respetando vedas, sexos, desarrollo, lugares, etc., y en la mayoría de los casos pagando un alto costo, que permite el cuidado y multiplicación de la especie.

 

El Cazador Furtivo

El cazador furtivo, es el que no cumple con las disposiciones legales ni éticas, en general, y puede ser un depredador o no.

Lo que es indiscutible, que su accionar al ser ilegal, no contribuye en nada al cuidado y protección de la especie.

 

El Depredador

El depredador, es un furtivo no cazador, es directamente un matador, un asesino de animales, muy peligroso para la fauna que ataca.

Lo hace generalmente en forma muy cruel, buscando exclusivamente el fin económico, que le permita una rápida y marcada ganancia, aunque traiga aparejado el fin de la especie.

Por ejemplo, cuando se habla de la matanza indiscriminada de elefantes. De 1.300.000 que poblaban Africa en 1978, bajaron a 700.000, diez años más tarde, estando en plena recuperación, apreciándose en un poco más de 800.000 su número, en la actualidad.

 

¿Veamos cuáles fueron las causas?:
  1. Entre 1979 y 1988 Hong-Kong importó 900 toneladas de marfil, lo que significó 400.000 elefantes muertos (fuente: Revista Time 16/9/89).
  2. Igual número fueron atacados por bandas armadas que cruzaban la frontera de Somalia a Kenya.
  3. Fuerzas rebeldes de Angola financiaron sus campañas militares con marfil.
  4. Depredadores que entraron al Selous Game Reserve en Tanzania, acabaron con cerca del 50% de los 100.000 elefantes de la misma.
  5. Berundi, a pesar de no tener elefantes propios, exportaba grandes cantidades de marfil (fuente: La Nación 11/11/84).
  6. En Namibia, gran corrupción generalizada por parte de los funcionarios encargados del control, encontrándose por ejemplo, en la casa de uno de ellos 980 colmillos en 1980.
  7. En Tanzania 1988, un miembro del Parlamento Yusufu Abdurabi, fue descubierto con 105 colmillos.
  8. En Kenya, la viuda de Kenyatta y su hija Alcaldesa de Nairobi, fueron descubiertas cuando trataban de exportar 5.000 kilogramos de marfil (fuente: La Nación 11/11/84).

 

¿Cómo se mejoró la situación?:

En primer lugar, la situación mejoró con un muy buen estudio realizado por la Fundación Internacional para la conservación de la caza, fijando cupos de exportación, un principio muy claro y simple firmado en Brusélas por 24 países del continente.

En segundo término, la actitud asumida por los países industrializados con respecto al marfil, suspendiendo su importación: EE.UU., Fracia, Inglaterra, Alemania, Cánada, Australia, Japón, y Hong-Kong.

Finalmente, la declaración de guerra en varios países africanos  a los depredadores, aumentando la fuerza de guardianes y dotando a los mismos de mejor armamento, comunicaciones y movilidad, y aumentando las sanciones, que en algunos países y casos llegan hasta la imposición de la pena de muerte.

 

Y el cazador deportivo, acusado de exterminio en 1993, ¿qué rol juega?

Los países que mejor controlan su fauna, como Sudáfrica y Zimbawe, también tienen problemas con el ecosistema africano, y dentro de él con los paquidermos que tienen la tendencia natural a tragar todo lo que esté al alcance de su trompa.

Se puede observar en el Parque Nacional de Tsavo en Kenya, la destrucción de su hábitat por exceso de población de elefantes.

Destruyeron con ardor inigualable, su habitat natural, y sus fuentes de sustento. Se calcula que si su densidad de población supera la cifra de 0,7 elefantes por kilómetro cuadrado, el enorme mamífero, no le deja la menor posibilidad de regeneración a la selva que habita.

Los árboles y demás ejemplares, son defendidos en Zimbawe, por sus habitantes que matan de 4.000 a 5.000 elefantes por año.

Habría que pensar, si se pudiera conseguir cazadores deportivos para la mitad de ese número, seria un brillante negocio para el país, de U$S 50.000.000, a razón de U$S 20.000, cada uno.

 

Caza y Conservacionismo

Conservación significa el uso sabio, no la preservación de todo uso.

La preservación implica un concepto absoluto negativo de estricta rigidez, mientras que la conservación en cambio exige el uso sabio de los recursos de la naturaleza para aprovecharlos mejor en el presente y mantenerlos para su existencia futura.

Los intereses del conservacionismo bien entendido y de la cacería deportiva coinciden totalmente. Es así que el cazador deportivo sólo busca el gran trofeo, que siempre lo obtiene del animal adulto, viejo, que la mayor parte de las veces ha cumplido su ciclo reproductivo y ha sido echado de las manadas por los machos más jóvenes.

En ese caso, el cazador solamente apurará la terminación del ciclo de la vida del macho viejo en forma que incluso coincide con el mantenimiento de la relación del número de animales con el hábitat.

Este es un punto importante, puesto que así como por principio el cazador deportivo no caza hembras ni animales jóvenes, a veces el número total de los animales salvajes debe ser reducido en forma organizada y sistemática para mantenerlos en relación con la capacidad del hábitat para alimentarlos.

En una palabra, el accionar del cazador deportivo no tiene ni remotamente la menor influencia negativa en la fauna y si en la conservación de la misma.

Fundamentalmente por ello, es que he querido hacer conocer al público en general, la diferencia existente entre el cazador deportivo, el furtivo y el depredador.

 

  • Fuente: Brig. (R) Lorenzo Diego Bravo DehezaDiario Legítima Defensa, edición nro. 7, página 8. Impreso en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en Febrero de 1999.